Nuestro mayor miedo

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo. No hay nada inteligente en encogerse para que otros se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo nuestra presencia libera automáticamente a otros...

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La mejor versión de mi

Por circunstancias de mi vida, me he visto envuelta en situaciones que no me correspondían y que me han llevado a ser insegura.

Vivir en una familia en la que los padres se quieren pero no se entienden, no comparten ideas y vivir en situaciones de celos por inseguridades, falta de confianza o simplemente, por ser así... me ha hecho ser desconfiada, no creer en las amistades entre sexos opuestos y me ha llevado a comederos de cabeza.

Ahora estoy creciendo, creciendo como persona y eso me encanta. Me gusta poder decir que mi lado animal solo sale a la luz en las ocasiones pertinentes. Me gusta estar segura y confiar plenamente en ti.

Ir poco a poco superándome y, si algún día, algo o alguien nos separase, nadie podría decir que no di la mejor versión de mí.

Poder saber que, aunque haya mil personas en nuestras vidas y que las queramos o cuidemos, lo nuestro sigue siendo especial. Porque habrá juegos y movidas pero nos miramos, nos tocamos distinto. Porque siempre pensaré en ti y seré feliz si tu lo eres.

Porque eres lo más importante y me das todo sin quitarme nada y yo, tampoco lo haré, porque, ante todo te quiero o estoy aprendiendo a hacerlo.