miércoles, 27 de febrero de 2013

Buenas noches mi amor

Buenas noches mi amor:

Quiero empezar diciéndote que me esperes, por favor. Y no desesperes. Sé que te voy a encontrar, que me vas a encontrar.
Siento si en la búsqueda me entretengo, creo encontrarte en otros lugares, otras personas. Y algunos me entretienen tanto, creen que soy yo. Pero yo se que no eres tú. Pero no te voy a mentir, a veces me dejo entretener, es que te anhelo tanto. Espero que tú a mi también, amor.
No espero que tu no te entretengas. Pero te pido un favor, no te vicies, no me juzgues por lo que ya viste.
Te aseguro que soy tal como esperas, tan tuya. No esperes de mí lo que ya encontraste, porque es eso lo que me diferencia que no soy igual. Seré lo que quieras que sea porque no me harás cambiar.
También intentaré no cerrar mi camino, no pondré más pruebas entre nosotros. Pero es que, cariño, ya me contaron tantos cuentos...
Pero no quiero tus cuentos sino tus historias. Porque algún día, pronto, serán nuestras.
Cuando te cruces conmigo sólo mírame y lo entenderé todo (dios! si lo entenderé), nuestras miradas se cruzarán y una sonrisa me lo dirá. Siento si no puedo mantener la vista mucho, solo cuando no me miras, es que el rubor de mis mejillas te lo dirá todo.
Sólo abrázame, por todos estos momentos en los que no has podido estar amor. Te prometo que te lo devolveré y te daré todos estos besos que guardo para tí. Pero no te preocupes corazón, no los voy a malgastar ahora, sentirás todo lo que llevo guardado, todo para ti.
Dime que no te irás nunca. Mejor no digas nada. Lo voy a sentir, me lo vas a hacer sentir. Porque contigo amor no hacen falta palabras porque te leo, porque me lo demuestras.

Siempre tuya.

domingo, 17 de febrero de 2013

El desván, mi desván.

Busco en el desván de los objetos que se van almacenando y, en cierta manera, perdiendo, en busca de mi misma. Concretamente de mi parte fría.
Aparto un par de cajas muy llamativas, creo que dentro están las ilusiones de la infacia. La abro un poco, está llena de colores, pero qué ilusa era.
Antes, este desván estaba muy vacío y gracias al cielo,  con pocas cosas útiles, algunas incluso me decidí a tirarlas (por fin).
Pero ultimamente he tenido exceso de material y, por no saber almacenarlo bien, creo que he subido más cosas de las que debía y me pierdo en mí misma.
Algunas cosas eran tan mías,  las había desarrollado tan bien y ahora va y las meto aquí (no se donde meto la cabeza...y si está en esa caja de ahí? )
Retiro un cofre oscuro, éste está siempre a punto para abrirse y volver a sacar los miedos que con tanto trabajo siempre que puedo guardo bajo llave. Pero saben salir y volver con los que nunca conseguí subir. Ojalá pudiese hacerlos desaparecer pero son como pelusas, por mucho que las quites siempre volverán a aparecer y, ya con eso cuento. Lo malo es cuando no las puedo quitar y creo que también subí los productos buenos de limpieza porque se me están acumulando.
Bueno, a lo que iba, donde habre puesto?
Porque estoy buscando un congelador, algo que mantenga las cosas muy frías pero no muy grande porque esa parte no es muy grande pero si muy fría. Y todos aquellos instrumentos que creo cambié por chucherías por lo que parece.
Y te preguntarás por qué busco esto, que debería ser algo que se sube aquí y no se saca.
Pues porque no puedo vivir solo de nubes y chucherías, tengo que dejar de darlas al que me las pida.
Voy a volver a coger mis instrumentos y hacerme un muro. No quiero volverme infranqueable ni mucho menos.  Pero ya estoy cansada de ir ofreciendo lo mejor de mí y se piense la gente que soy fácil. 
Lo que el mundo no parece no entender es que se lo que quiero y que una vez lo puedo conseguir no habrá muro ni hielo que me impida llegar y menos voy a ponerlo yo. Lo que parezco no entender es que la gente no se fían de las personas así y que sólo las asusto.
Por eso he vuelto a subir, porque quizas me he dejado llevar por mi incontinencia verbal y por ir directa. Así que volveré a recuperar aquellas cosas para jugar al mismo juego que todo el mundo.
Pero no quiero que esto lleve a confusión, sigo siendo yo y quien me quiera será con todos mis muebles y mis cajas del desván.

viernes, 1 de febrero de 2013

Con fecha de caducidad

Tengo la propiedad de crear mundos con un año de caducidad. Nunca podré hacer planes de futuro porque no se si seguirán las cosas igual. Ya cada vez me da menos miedo no saber qué será de mi, porque lo que si he aprendido que el mundo sigue y sigue girando y que, te pille como te pille no te va a esperar. Este es otro año genial del que me llevo a gente maravillosa y, que no va a estar el proximo año.  Pero la culpa es mía,  que parece que lo busco.

Asi que cuando este periodo se acerque a su fecha de caducidad volveré a buscar el producto que más me convenga en el momento y que seguro tendrá... otro año de caducidad. La diferencia será,  que no podrá superar a lo que tengo ahora.