miércoles, 14 de abril de 2010

Es inevitable

Y es que, ¿cuándo nos damos cuenta de lo que queremos a una persona?
Cuando sentimos los ojos brillantes por no estar con él/ella, cuando sientes que te falta algo, cuando es tu primer pensamiento al despertar y tu ultimo pensamiento antes de conciliar el sueño, cuando cada segundo que tienes contacto es un sueño que dura y dura hasta que toca irse, cuando el tiempo pasa lento, muy lento, hasta que ves esa ventanita con su nombre, se te acelera el corazón, aparece una sonrisa enorme en tu cara y… te haces el dur@ diciendo… “que salude él/ella” (jajaja) o saludas tu corriendo esperando una feliz respuesta, y te dicen “¿qué lees que no paras de sonreir?” y piensas “es inevitable”, cuando al mínimo síntoma de infelicidad en esa persona es una impotencia para ti y un gran intento por sacarle una sonrisa… que será tu mayor conquista, cuando deseas verl@, que no lo quieres, lo deseas, cuando harías cualquier cosa, pero cualquier cosa (siempre sabrás que nunca te pedirá nada malo), cuando suspiras su nombre sin darte cuenta, cuando todo (y no se sabe cómo pero TODO) te recuerda a él/ella o tiene alguna relación, cuando sueñas con sus besos y sus abrazos (sólo uno sería un regalo para ti), cuando puedes decirle que lo quieres y se te encoje el corazón con la respuesta.
Y, ¿cómo sabes que una persona te quiere?
Cuando no es interesad@ y quiere saber cómo estás, cuando le alegra hablar contigo, cuando se fija en los detalles, cuando espera tu vuelta, cuando cada palabra de tu boca es un gran detalle, cuando te dice lo importante que eres para él/ella…
… cuando te busca cuando te vas… teQuiero (es inevitable!)

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